El centro E2.0C Benita Gill es un campus único que tiene una estructura exactamente igual que la de un centro educativo pero de manera virtual (secretaria, aulas virtuales sincrónicas y asincrónicas totalmente adaptadas a las personas adultas, biblioteca donde encontrar bibliografía y recursos, cafetería donde hablar con otros alumnos, laboratorio donde hacer prácticas de voluntariado virtual, sala de preparación de movilidades físicas y virtuales…), así como todos los planes y documentos propios de un centro educativo (Plan Educativo de Centro, Plan de inclusión, Plan desostenibilidad…)
Contamos con estrategias innovadoras de formación para capacitar a personas adultas, tanto a jóvenes con obstáculos, como a formadores de adultos de entidades sociales, a través de un nuevo modelo de educación de adultos más comprometido con la transformación social y con la empleabilidad enfocándolos hacia una nueva orientación y hacia nuevos colectivos.
Promovemos un aprendizaje combinado que aúna un aprendizaje presencial en entidades sociales de toda Europa, junto a una formación virtual generada en los espacios de aprendizaje virtuales de nuestro centro E2.0C, respaldada por herramientas digitales de aprendizaje y diferentes plataformas que utilizarán para comunicarse y formarse.
Un itinerario formativo para personas adultas con obstáculos basado en:
Un itinerario formativo para personas que conforman los equipos técnicos de entidades sociales con el fin de potenciar el Tercer Sector y capacitarlos para las innovaciones en el ámbito digital, las metodologías de trabajo, la gestión de proyectos y las ayudas sociales. Este itinerario se basa en:
Tutorías personalizadas
Cafeteria
Laboratorio
virtual
Clases
asincrónicas
Masterclass
Benita Gil Lamiel fue una figura fundamental en la historia del sindicalismo y el activismo político en Europa, y su vida refleja el compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos de los trabajadores. Nacida en 1913 en la provincia de Teruel, España, Benita demostró desde joven una gran dedicación a la educación. Se formó en Magisterio en Zaragoza, concluyendo sus estudios en 1932, y rápidamente se convirtió en una maestra apasionada que enseñó en diversas localidades de Aragón y Cataluña.
La Guerra Civil Española (1936-1939) marcó un punto de inflexión en su vida. Tras la derrota de la República, Benita se vio obligada a exiliarse en Francia en 1939. Este exilio no solo significó un cambio de país, sino también la continuación de su lucha por la justicia social y la igualdad. En Francia, se unió a la Federación Sindical Mundial, donde destacó como una de las primeras mujeres en ocupar posiciones de liderazgo dentro del movimiento sindical europeo.
En 1950, Benita se trasladó a Checoslovaquia, donde trabajó en una fábrica textil y continuó su activismo político. Su capacidad para organizar y movilizar a otros la convirtió en una figura respetada en el ámbito sindical. Como miembro del Partido Comunista Español (PCE), su trabajo fue fundamental para la consolidación de la izquierda en el exilio.
Su regreso a España en 1980, tras años de lucha y sufrimiento, simbolizó no solo su resiliencia, sino también el triunfo de sus ideales. Aunque volvió a Praga unos años después para estar cerca de su familia, su legado en la lucha por los derechos laborales y la educación sigue vivo. En 2014, fue reconocida con el título de Comendadora de la Orden de Isabel la Católica, un honor que refleja su contribución significativa a la sociedad.
Benita Gil falleció en 2015 a la impresionante edad de 102 años, dejando tras de sí un legado inspirador. Su vida es un testimonio de la lucha incansable por la igualdad, la educación y la justicia social.